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Mostrando entradas de 2007

PENETRANDO

EN ESPERA

Vetusta alma sentada en el café atenta a las tertulias algarabías para días de ocio, ya no quiere volar más sobre postines falsos, huesos desabridos. Cansada está de cabezas soñolientas cientos de reencarnaciones para nada. Siempre se regresa sin memoria y se vuelve a empezar y tropezar sobre la misma piedra, el mismo muro sin importar el color, con o sin recovecos. Prefiere empaparse de bebidas descamarse de tantas idas y venidas girar sobre lo mismo hasta cuándo. ¿Clamarán su nombre algún día aquellos que prefieren ocultarse? Mientras sigue meditando sin memoria ni granito -un café solo, por favor y esperaré que el rocío se convierta de una vez por todas en el torrente que todos aguardamos.

POR HACER

No es bueno, a veces, retornar al ayer si se busca refugio en la antigua estación. Los secretos que se guardan bajo almohada no son del todo fiables, hay riesgo de contaminación, explosión nocturna que resucita a los monstruos de otros tiempos. Cuesta eliminarlos, pero es necesario para seguir pintando los días posteriores con las próximas huellas de nuestro acontecer. Una vez sembrados los rosales en templadas tierras no esperes orquídeas salvadoras, flores de otros tiempos que consumieron ya sus días de retoño, el abono prestado en cálidos dominios disipados en la última ilusión.

PRERROGATIVA

Ya no quiero perderme para siempre como la última vez. Las calles son angostas curvas y pendientes a su antojo, pedruscos y hendiduras, grietas y barrancos que franquear, pero al final me espera el mediodía la alameda con los trinos de las aves y sus nidos, niños que corren tras palomas y se inventan su propia algarabía, mujeres con sonrisas y vientres fecundados, la esperanza. Son muchos los instantes que no quieren teñirse de sombras, instantes para contemplar y enternecerse, lo reconozco, los hago míos y un poco vuestro, si os place. Trato de alejarme de los grandes anuncios aunque me quede sin cometido, prefiero lo pequeño, seguir las cosas íntimas, sin tantos espavientos. Como no sé cuándo se terminará la vía me propongo ser mi propio capitán guía de destinos sin insignias, qué más da. Las condecoraciones las dejaremos para los más avispados, cuidado que no se pinchen con su propio aguijón. Haré honor a mi camino, paso a paso, hasta que la verdadera Esencia se revele en mi, y me t...

VIAJE

En mi sueño quise oír el silencio pero me acerqué al murmullo. Fui a la montaña a recolectar flores y regresé con leña entre mis manos. Subí a un barco hacia rumbos increíbles y en la orilla me descubrí sobre mi lecho. Pronto el alba dominará el contorno y yo, rumor leña y lecho a mis espaldas me sorprendo más sabio, más escarmentado.

SISTEMA DIGITAL MICROELECTRÓNICO

El artilugio funciona no funciona manda a su antojo computa y ordena lenguaje rendido a su sistema dónde han quedado los lápices las plumas mecanografía (fuera del museo) ordena y computa es hoy ayer no ¿y mañana? cosmonauta navegante entre sus redes invisibles como el viento mastodonte de torre y pantalla o no serás tú es tu reflejo (no te ofendas) donde yo también me miro sin reconocerme hasta que se entienda se encienda o acabe conmigo de una vez por todas no se ha grabado mi poema

AMOR UNIVERSAL

Se expresó la sonrisa y giró el Universo, vibración para concebir los elementos. Esa mirada de la Inmensidad confeccionó los mares y los ríos deltas, meandros, cataratas aguas cristalinas para acompañar la Tierra y sosegarla. De la luz brotó la energía, el primer sonido, la palabra. Y al final del sendero, o al principio, (sin tiempo sin espacio) luz, mirada y sonrisa imaginaron a los hombres como yo imagino tu sonrisa tu luz y tu mirada cuando rozo mis labios por tus poros escrutando la última simiente de la Creación.

Y OTRA VEZ EMPEZAR

¿Cuál es el primer sonido, la primera voz vibrante para dejar de ser sedimento y erguirse de una vez por todas en carne, hueso, raciocinio? Al final, compartir con el aire y el mar y esa luna que vigila desde todos los ángulos las primeras frases, el primer sentido entre los labios, puñado de signos, iconos para la posteridad. ¿Hará falta también espíritu y conciencia para acometer al tiempo y al espacio hasta erguirse vencedores de la historia? De la nada no se puede ofrendar la vida, ni es cuestión de luchas entre grillo y lagartija, entre estegosaurio y mastodonte, eso se inventará después, cuando todos querrán manipular los resultados, escalar escaños y poderes. Para entonces, ya fuera del Camino no serán ni hombres ni mujeres: distantes estarán de comprender que la primera voz, el primer gesto vibratorio entre los labios fue la sonrisa.

PREDICCIONES

Mirada de tigre, fiera que penetra por los sueños de los que han vivido. Sueños que no saben descubrir de qué lado dormitan, por dónde dirigir sus elucidaciones. Hará falta, por si acaso, un prestidigitador que no pregunte nada, que se encargue sin demasiadas elucubraciones de resolver el enigma, ojos de fiera, tigre en acechanza, y esos otros tanto acertijos, jeroglíficos que no se encuentran en los libros de los niños, en sus quimeras. Cuando amanezca, cuando se liquide la noche en umbría, pesadilla, cuántos vaticinadores pulularán, de pronto, para pregonar que la piel ya no resiste que es difícil olvidar mirada de tigre vanidad insatisfecha, todo se ha cumplido sin cumplirse.

ENSAYO GENERAL

Ensayo un nuevo despertar por si acaso. Me cubro con el viento, sin ventanas ni paredes de amparo. Frente a las miradas incrustar mi último movimiento, sin sed, sin anchas puertas porque no hay vedados. Todos, rápidos o lentos, se puede esperar, podrán llevar a cuestas expresión y movimiento reflexión y duda humedad amores deseos ilusiones, maleta de ensueños y entelequias para repartir entre todos, comensales que inician nuevo rumbo, manos tendidas corazón abierto cuerpos desnudos partidarios de las voces y los gestos que inscriben en la atmósfera ese nuevo despertar sin estandartes, amor para romper fronteras de artificio que un día y otro pretenden enjaular el más dulce soplo de libertad.

DESIGNIOS

Este barco es mi prebenda, con dirección incierta y rumbo franco. En todos sus listones se descifran los días de mis días, mi camino, sueños de argonauta, con o sin trampas. Cada travesía, un enigma por desentrañar una experiencia tallada en mi enciclopedia personal, siempre en blanco siempre abierta para nuevo itinerario mientras se disuelve mi última enseñanza y mi alma aspira a despertar.

TRAVESÍA

No sé de dónde vengo quizás de la orquídea que se atrevió a brotar entre las rocas más áridas y duras de un volcán apagado, o de la piedra misma. ¿Y dónde estoy? Frente a la muralla inmensa que mis opresores erigen, según ellos, para salvaguardar mi honra y poder envenenar sin contratiempos mi lucidez de obscenidades, pobre sustancia imbuida en solución salvífica. ¿Adónde voy? En busca de mi ser, perdido entre las bombas de supuestos salvadores, hacedores de milagros a punta de navaja, supremacía de la fuerza. En busca del sitio donde puedan anidar las aves respirar hasta el último animal marino germinar la más quebradiza de las plantas, copular todos los seres como acto de pasión o de ternura. Al lugar donde pueda plantar mi orquídea sin tener que suspirar por la única gota del agua que tuvieron a bien proporcionarme los consabidos redentores. Allí, en mi último acto de honradez ofreceré mi flor y mi palabra a quien quiera, algún día, recogerlas para seguir adelante.

DON ROMUALDO Y ÑA CONCHITA

¿COMO JUEGO DE NIÑOS?

Un día, ya lo sabes, jugamos a bandidos y vaqueros el viento se escapaba por las ramas y yo arriba, más arriba escondiéndome en mi selva particular árbol huevo de toros, mangos, y abajo, materile lirelo. A veces, sin pisar a la rayuela, un dos tres ¡pan y brinca! por mi y mis compañeros los he salvado a todos y tú que hacías trampa contando a la escondida. Y otro día otro juego, ya lo sabes “hijo hijo dónde estás, donde mi abuelita” ¡A que te cojo! Y tú corriendo y yo detrás, como si nos jugáramos la vida, delirio de la infancia. Un palo o una piedra, camino hacia los cielos. Pero mira, no recuerdo haber jugado a matarifes, soldados de mortífero atavío. Por qué, entonces, con la piel más arrugada nos conminan a batallas más cruentas, bombas, átomos, metralletas para perforar hasta la médula, las ideas como juegos de niños inocentes, chuparnos la sangre el último suspiro, aniquilarnos de verdad.

ÚLTIMO SALMO, ÚLTIMA COSECHA

Un día, como el salmo, sembré con lágrimas, pero no coseché con regocijo. Langostas humanas devastaron mi cosecha, se hartaron. Mi terruño, moribundo, fue sembrado de minas para salvar al pueblo (eso dijeron). Ahora son casi-niños los que, metal letal en mano, siembran, inocentes, con cándida alegría; y cosechan con lágrimas y sin piernas, sin manos, corazón estrangulado. Mi tierra, lo presiento, derrama también su última lágrima, lágrima encarnada.

I M S O M N I O

Tres, cuatro, cuánto se puede numerar, cinco. El amanecer no llega, ni el rayo que alargará el día. Seis/siete más rápido se mueven los cristales, velo viento vacilante noche de tormenta sin tu rostro. Perdóname, pero te voy a definir con pincel en mano, acaso cincel sofisticado para los contornos agazapados en la oscuridad. Dos esferas, extremidades noche sin luz ni rostro, debe de ser dicho. ¿Y las manos? ¿Quién puede tener derecho a transgredir la noche, penumbra de noctívagos? Callémonos todos ocho nueve ya casi se termina labor en mano diez luna plomiza ambiente de escapada borracho de la noche. Tú, por fin, altiva para emerger con último retoque camino largo, ambiente turbador. Se apunta el rayo verde tan de pronto y otra vez se esfuma se evapora, desaparece. Burbuja de la noche se come por última vez tu imagen un dos tres.

AMULÉ

TRAS EL UMBRAL

Piedra o flor, en la sepultura deshojar la una deslizar la otra, no habrá mucha diferencia, nada podrá deshacer la circunstancia. No son muchos los lugares para lamentarse a gusto (con o sin meriendas de consuelo oraciones fúnebres, plegarias). Qué más habrá por recorrer después del polvo la tierra la ceniza. Una profunda oquedad se posesiona para el vivo quejumbroso, sin comprender que habrá más lugares sin lugares espacios más recónditos, caminos sin lastres para soportar las sepulturas. El cautivo dejará de serlo, la señal sobre su frente se desvanecerá, aprenderá a mirar a sus adentros hacia el vacío que le cederá su abrigo, y a desaparecer hasta que el verbo le devuelva las ansias de rugir.

SERIE: Bestiagóricum

INTERROGATORIO

Qué será este poema ¿larva de mariposa exceso de vacío montañas de espejismos que se elevan más allá de los prodigios, extenuación de sentimientos, obcecación cuerdas de una misma guitarra azote para las sensaciones salmo de esperanza furia poder tedio dominio, vergel donde posarán mis últimos momentos? ¿Qué serán los otros después de la confesión?

El Actor

Más allá del límite de las tablas exhibe sus gestos, la palabra. Espectador y butaca en alianza se emocionan, ojos que enfocan oídos que graban resonancias. El actor, histrión de sueños hacedor de conjuros se proyecta, personaje de escenario para contar vidas de otros días, así, sencillas o conmovedoras, confesar las faenas de los héroes que ya no podrán ser. ¿Qué más da, denuncia o conmoción historia, argumento o desvarío? ¿Soñarán también los focos con el testimonio?

PANORÁMICA

Los campos protegen la colina sin engaños la luz el verde de las hierbas y sembrados acaso una choza entre los árboles que rompen el paisaje (o lo acicalan según se mire). Campos profundos arroyos con guijarros no todo se puede divisar desde mi ventana que no es la más alta del rascacielos. Más atrás las montañas blancas imponentes (como el fondo del teatro pintado para la última representación estudiantil). Imagino cuerpos de animales retozando cazando copulando adormecidos en esta primavera recién estrenada. Qué más puedo imaginar desde toneladas de hormigones y cristales relucientes que componen mi propio bosque artificial. No atisbo el mar, por supuesto, pero descubro una barca a la deriva que será la mía.

MURO DE ESPERANZA

Trompetas o lamentos ¿tiempos de amor o desconsuelo? no me desmorono tan fácilmente. A veces ofrenda, a veces voces de batalla estruendo bélico pero aquí estoy, erguido piedra sobre piedra para cualquier ocasión antiguo o renovado protección del Santuario víctima de las pasiones de guerras sanguinarias herencia para un mundo trastornado. La historia no termina conmigo o empieza piedra sobre piedra. No soy muralla de Jericó desmembrada al sonido de los cuernos ni gran muralla china imponente larga fortaleza. Aquí, pequeña entre montañas casi en el desierto me yergo empecinado piedra sobre piedra colina de Moriá oliendo las especias orientales que me embriagan cuando miles de manos mantos, filacterias me acarician hurgan entre mis resquicios para depositar sus esperanzas ruegos que no quieren apagarse. Prefiero estos rumores de días sosegados cánticos de amor y de consuelo, a los clamores de guerra estruendo repulsivo que la historia no se hastía de inventar. Hoy los ojos me miran de otr...

SEÑALES

La señal se ha congelado, demasiado rígida para descifrar. La mejor baraja el as guardado en la manga, en entredicho. Hay que interpretarlo aunque nada sea cierto, a pesar de todo, especulación. La señal espera de su entorno que la descubra descongele toda pretensión, pequeñas ranuras puertas de mañana arcanos. Quizás una lágrima venga bien y algo de pasión, para derretir. Inflexible decisión de hoy para mañana, a la sombra de las dudas hay que cavar fosos construir puentes portentosos sobre los pavores que atenazan congelan imagen de la decisión. Una vez dispuesto que se caiga la luna fuego sobre el agua eliminar todo recuerdo, manos a la obra, vitalidad por si acaso. La señal... ya no es necesaria.

VIAJERO DE LA ETERNIDAD

Decidido. Me he montado en el transporte de los días y los meses. Viajero empedernido que soy, aún no me atrevo a cabalgar sobre el convoy de los años. Me gusta viajar, pero no tan de prisa. Lo que pasa es que la maquinaria va pero no viene. Y siempre queda algo por recomponer que ya, que ya, basta, no hay más remedio. Se acabó. A plena marcha me toca, siempre hay algunas veces, despedirme de quienes se apean en un día, un mes determinado, a veces sin su aprobación. Los apean, simplemente. Yo no, yo no, yo no quiero. Aunque me sienta turbado quiero decidir mis días, mi panorama por recorrer. En ocasiones es difícil, lo que ves no coincide con lo que te imaginas y, para colmo, no hay vuelta atrás, ya lo he comentado. ¿Cómo poder borrar la acción, la frase anterior, si es imposible el retorno? Sus huellas se imprimieron y ya está, aunque no me guste, me incomode. Sin ir más lejos, hace cinco días me obligaron a cambiar de medio, uno más adelantado, dicen, más del futuro, pero yo no estoy...