CURRICULUM
Vitae. Curriculum. Herramienta. Indispensable. Trabajo. Hambre.
Juventud. ¿Por dónde empiezo? ¿Cómo hacerlo? ¿Me disfrazo? ¿Me pronuncio? ¿Me
confieso? Promocionarse, venderse, arriesgarse, sincerarse, cuántos reflexivos
y yo sin conseguir un dichoso trabajo. Reglas básicas: breve, conciso, directo,
fuente legible, presentación espaciada, respetar los márgenes. Y a mí ¿quién me respeta? Si solo quiero un trabajo,
para sustentar a mí y a los míos; así de breve, conciso, directo, legible. Sí,
dirán que es mucho pedir, pero “¡inténtalo, que tú puedes!”
“Sé honesto, pero maquilla tus
fracasos”. ¿Qué significa ser honesto, me pregunto? “Muestra tus destrezas y
pericias”: ¿Cuáles, las amatorias, las de la pista de baile, mi fuerza arrolladora?
O mejor mis fabulosas técnicas para asaltar un banco, que ganas no me faltan. No, rescatando a la banca, que seguro lo
necesitan más que yo, que continúo sin redención ni rescate. “Concentra tu
atención sobre los talantes más relevantes de tu personalidad, de tu trayectoria
académica y laboral”. ¡Pero si estoy pidiendo a gritos una trayectoria aboral!
Si no la tengo porque no me dejan, ¿cómo, entonces, concentrar mi atención
sobre ella? La pescadilla que se muerde la cola. Apetecible circunferencia que
ya quisiera yo catar.
En fin, nombre apellidos dni
lugar fecha nacimiento dirección teléfono contacto correo electrónico formación
académica títulos experiencia profesional contratos convenios colaboraciones
experiencia laboral… Ahí os dejo todo: enrevesado pero pormenorizado. ¿O mejor
atraco un banco?
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