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TRAS EL UMBRAL


Piedra o flor, en la sepultura
deshojar la una deslizar la otra,
no habrá mucha diferencia,
nada podrá deshacer la circunstancia.
No son muchos los lugares para
lamentarse a gusto
(con o sin meriendas de consuelo
oraciones fúnebres, plegarias).
Qué más habrá por recorrer después
del polvo la tierra la ceniza.
Una profunda oquedad se posesiona
para el vivo quejumbroso,
sin comprender que habrá
más lugares sin lugares
espacios más recónditos, caminos
sin lastres para soportar
las sepulturas.
El cautivo dejará de serlo,
la señal sobre su frente se desvanecerá,
aprenderá a mirar a sus adentros
hacia el vacío que le cederá su abrigo,
y a desaparecer
hasta que el verbo le devuelva las ansias
de rugir.

Comentarios

bajamar ha dicho que…
hasta que el verbo le devuelva las ganas de rugir...

"..hasta que el verbo le devuelva las ganas de rugir"

es eco, pero también saboreo, que hay tras el umbral de ese tiempo?

tal es el poder del verbo?

a veces creo que si.

un beso jubal

precioso poema
Cami ha dicho que…
Es muy lindo.

Saludos y un abrazo=^.^=

PD:Arigato por pasar por mi blog, nos leemos^^
almena ha dicho que…
El misterio que siempre intuímos tras el umbral.
Tras el que creemos el último umbral.
Magnífico tu poema, jubal.
Un abrazo
Meli ha dicho que…
Re-ponerse a la muerte saberse muerto finalmente, vivo, finalmente...
Amanda ha dicho que…
"... nada podrá deshacer la circunstancia..." efectivamente, pero quizás tampoco es importante la diferencia entre esa flor y esa piedra, por que en realidad, es posible que no exista ningún umbral.
Un saludo. Estoy encantada de haber encontrado tu blog... es un placer leerlo y mirar sus imágenes.