REGENERACIÓN Mi corazón a la deriva quiere ser agua clara: manantial que fluye sin rumbo fijo, regocijo para todos los errantes. Estanque pétreo sombra cobijo en estaciones transitorias. Hoy aquí mañana en el collado brillante oscuro sol y luna. Hoy otoño escarlata, mañana estío seductor. Cuando llegue mi corazón perecedero a los palacios siderales en silencio, sin ser, casi, percibido, rogaré por otra vuelta otro giro por la vida para enmendar lo reparable y sentar, por fin palabra, cabeza y compasión.