No es bueno, a veces, retornar al ayer si se busca refugio en la antigua estación. Los secretos que se guardan bajo almohada no son del todo fiables, hay riesgo de contaminación, explosión nocturna que resucita a los monstruos de otros tiempos. Cuesta eliminarlos, pero es necesario para seguir pintando los días posteriores con las próximas huellas de nuestro acontecer. Una vez sembrados los rosales en templadas tierras no esperes orquídeas salvadoras, flores de otros tiempos que consumieron ya sus días de retoño, el abono prestado en cálidos dominios disipados en la última ilusión.